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Me gustaría hacer un análisis de un artículo publicado en La Voz De Galicia edición de A Coruña, cuyo título es el siguiente: “La empresa de conservación de jardines recurre a la valedora por la licitación del servicio en lotes”. En este articulo el comité de empresa argumenta que si divide el servicio de mantenimiento de jardines en lotes se perderá eficacia por duplicidad de cargos, aumento de personal y medios materiales, que la gestión de fondos públicos será peor y que se incrementará la conflictividad laboral.

Estoy totalmente en contra de estos argumentos, para empezar la propia ley 9/2017 de Contratos del Sector Público en su artículo II dice:

Los objetivos que inspiran la regulación contenida en la presente Ley son, en primer lugar, lograr una mayor transparencia en la contratación pública, y en segundo lugar el de conseguir una mejor relación calidad-precio.

Para lograr este último objetivo, por primera vez se establece la obligación de los órganos de contratación de velar por que el diseño de los criterios de adjudicación permita obtener obras, suministros y servicios de gran calidad, concretamente mediante la inclusión de aspectos cualitativos, medioambientales, sociales e innovadores vinculados al objeto del contrato.

También se da satisfacción aquí a la necesidad de simplificación de los trámites y con ello, de imponer una menor burocracia para los licitadores y mejor acceso para las PYMES. El proceso de licitación debe resultar más simple, con la idea de reducir las cargas administrativas de todos los operadores económicos intervinientes en este ámbito, beneficiando así tanto a los licitadores, como a los órganos de contratación.

Se introducen normas más estrictas tanto en beneficio de las empresas como de sus trabajadores, de manera que las nuevas normas endurecen las disposiciones sobre esta materia en las denominadas ofertas «anormalmente bajas». Así se establece que los órganos de contratación rechazarán las ofertas si comprueban que son anormalmente bajas porque no cumplan las obligaciones aplicables en materia medioambiental, social o laboral.”

Queda claro que la propia ley de contratación fomenta el mejor acceso a los contratos para las pymes y para mejorar ese acceso es imprescindible realizar contratos públicos en lotes para que las pymes tengan capacidad financiera y estructural para poder acceder a ellos.

En esta Ley se simplifican procedimientos, se reducen las cargas administrativas y se da impulso a estas empresas introduciendo la división en LOTES de los contratos, invirtiendo la regla general que se utilizaba hasta el momento, debiendo JUSTIFICARSE en el expediente la NO DIVISIÓN EN LOTES, lo que facilita el acceso a un mayor número de empresas. La justificación tiene que ser a partir de un estudio serio, NO un cúmulo de impresiones sin fundamento.

Volviendo al ejemplo de la ciudad de A Coruña, de los contratos iniciales que existían en jardines, ya se han ido separando en contratos individuales diferenciando por tareas como la iluminación, parques infantiles, campos deportivos, etc. En otras ciudades se están haciendo lotes separando la poda del mantenimiento de jardines, tratamientos fitosanitarios, jardines históricos, etc… Esta separación de contratos da oportunidad a Pymes especializadas para presentarse a lotes más pequeños.

En el artículo de La Voz se argumenta que mejoraría la calidad del servicio con un solo lote, precisamente el servicio de mantenimiento de jardines de A Coruña es el mejor ejemplo de todo lo contrario, todos sabemos que cuando estuvieron mejor las zonas verdes de A Coruña fue cuando realizaban el mantenimiento tres pymes locales realizando tres lotes independientes.

Es posible que si hay un solo lote se pierda eficacia en el servicio porque las grandes empresas constructoras que se han metido en el mundo de la jardineria solo ven su cuenta de resultados, intentando realizar los servicios con el mínimo de personal y de maquinaria.

Una empresa local defenderá una calidad de servicio, primero por ser una empresa profesional de jardineria, segundo porque los jardines son un escaparate del trabajo que realizan y tercero por amor propio, te gusta que los vecinos de tu municipio te feliciten por un trabajo bien realizado.

Cara a los Ayuntamientos, otra ventaja de que opten a estos concursos las pymes, es que la riqueza que genera el contrato repercute positivamente en la economía del propio ayuntamiento. La pyme compra maquinaria, material de riego, abonos,… en tiendas locales. Los beneficios del contrato no acaban en grandes fondos de inversión que juegan con el dinero público.

En cuanto a los trabajadores considero que están mucho mejor en una pyme, en la que se les trata personalmente, se les conoce por su nombre, se valoran problemas y preocupaciones, y no se les trata como un número más de los miles de trabajadores que tienen las grandes empresas.

En resumen, considero que no hay mejor dinero público invertido que el que se utiliza para generar trabajo a las pymes, está demostrado que las pymes somos las que más impuestos pagamos, más aportamos a las arcas públicas y menos defraudamos, no utilizamos artimañas financieras para pagar menos impuestos.

Aprovecho para hacer un llamamiento a la Administración Autonómica y Local para que fomenten la licitación en lotes pequeños y definidos para cada sector, para dar la oportunidad a las PYMES GALLEGAS de optar a trabajar con la Administración Gallega, y que tomen ejemplo de la Administración Catalana y Vasca que llevan años dando trabajo a las pequeñas empresas separando los trabajos medio ambientales de los de construcción, evitando de este modo que solo consigan los contratos las grandes constructoras para luego subcontratar en muchas ocasiones gran parte de la obra incumpliendo la ley de subcontratación.

Desde AGAEXAR a nivel autonómico y la FEEJ a nivel nacional seguiremos trabajando por la defensa de las PYMES de Jardinería.

Víctor Mario Pérez Vilar, Presidente de Agaexar